Si desea construir una bodega para su negocio, es importante conocer los tipos de bodegas, ya que, según los servicios o los productos que se ejecutarán depende el tamaño, distribución de espacios, equipos, personal, sistemas de gestión, movimientos de materiales, alturas, salidas, entre otros.
Por su función se destacan tres tipos de bodegas:
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Bodegas de rápida rotación:
Son las más comunes en operaciones, suelen tener productos de ligera distribución de envíos diarios o frecuentes.
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Bodegas de rotación lenta:
Se almacenan artículos en reserva, no urgentes o poco frecuentes, como equipos, herramientas, entre otros.
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Bodegas general de despacho:
Donde los productos se mantienen por largo tiempo esperando ser enviados a su destino, ubicados en puntos centrales de cada región.
Definiendo los servicios o productos que se van a almacenar en la bodega, se pueden clasificar por el tipo de materiales usados para construirla.
Son los siguiente:
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Estructura metálica:
Este tipo de construcción es muy utilizada cuando se quiere agilizar el trabajo y poder empezar la producción rápido. Permite obtener espacios más grandes e iluminados.
- De hormigón prefabricado:
Permite una construcción más rápida, porque solo se necesita conectar las piezas. Aunque, debido a las características del material, no permite tener una altura similar a la de construcciones metálica.
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Mixtas:
Bodegas que implementan ambos materiales, el metal y el hormigón. Su aspecto diferencial es el ahorro en los materiales, puesto que se puede ejecutar procesos de pretensado y postensado* al mismo tiempo que se monta la estructura.
*“El postensado, es aquel que tras ser vertido y fraguado se somete a comprensión con cables o barras de acero en su interior, los cuales se tensan después de que el hormigón haya adquirido consistencia sólida y su completa resistencia”.
“El pretensado, es aquel en el que estas armaduras se tensan antes de que ocurra este proceso de hormigonado, al mismo tiempo que se monta la estructura”.